Hay entrenamientos que están hechos para dejarnos al borde de la extenuación, y sin duda el King Kong WOD es uno de ellos. Si nos aproximamos a los ejercicios, rondas y número de repeticiones, y no te paras a pensarlo mucho, puedes llegar a la conclusión de que ”no es para tanto”. Pero si nos metemos en harina y vamos a buscar un buen tiempo podemos considerar este entrenamiento como algo realmente brutal.