Beneficios del salto al cajón
Los beneficios (al igual que cualquier otro entrenamiento que implique poner en movimiento nuestros músculos en una rurina), son múltiples. Algunos de ellos los enumeramos a continuación:
Mejora tu potencia explosiva: Son perfectos para desarrollar la fuerza explosiva en las piernas, ya que combinan velocidad y fuerza en un solo movimiento. Pasas de 100% estático a un alto grado de movimiento.
Quema de calorías: Al ser un ejercicio intenso, eleva tu frecuencia cardíaca y ayuda a quemar calorías rápidamente, lo que es ideal si buscas mejorar tu composición corporal.
Trabaja de una vez todo el tren inferior: Fortalece los músculos de los glúteos, cuádriceps, isquiotibiales y pantorrillas, además de activar el core.
Mejora la coordinación y agilidad: Necesitas precisión y concentración para saltar y aterrizar correctamente, lo que te ayuda a desarrollar estas habilidades atléticas.
Impacto positivo en el sistema cardiovascular: Como es un ejercicio de alta intensidad, mejora tu capacidad aeróbica y anaeróbica.
Desafío mental: Te ayuda a construir una base de confianza con lo que puedes llegar a conseguir, ya que al principio es común desconfiar de las posibilidades de uno mismo e incluso de tenerle “miedo” al cajón.
Versatilidad: Puedes ajustar la altura de la caja para adaptarlo a tu nivel o a tus objetivos específicos, así como añadir lastres o cambiar el movimiento a step up, box jumps con burpees u otras muchas opciones que hagan tus entrenamientos más variados.
Cuando aumentan las repes de box jumps
Cuando el número de repes es elevado es fácil que el cansancio nos haga elevarnos cada vez a menor altura, lo que implicará que caigamos aterrizando en sentadillla. Esto, además de proporcionar estrés muscular a nuestras piernas, nos obligará a realizar una sentadilla completa (hay que extender cadera y rodillas). Y si son muchos WODs, serán muchas las sentadillas que tendrás que hacer para nada. Piensa, sé eficiente, y dedícale un extra de fuerza al salto al cajón antes que al ejercicio post aterrizaje.
Una vez sobre el cajón aprovecha el momento en el que completas la extensión de rodillas y cadera para respirar. A la hora de bajar volvemos a prestar especial atención al aterrizaje. Intentaremos caer cerca para no tener que desplazarnos de más de cara a la siguiente repetición. Pero dejando la separación necesaria que nos permita hacer los movimientos con seguridad.