Pero los contras de un volumen sucio, suelen ser muy elevados.
Los productos “sucios” tienen un índice nutricional muy bajo, más allá de calorías y carbohidratos.
El peso que ganamos de esta forma rápida, será mucho más complejo de moldear con actividad física.
Su palatabilidad nos puede llevar a consumir más calorías de las que necesitemos.
Su calidad es muy baja y nos puede provocar carencias en muchos aspectos.
Su accesibilidad nos puede generar frustración el día que debamos prescindir de ellos y debamos buscar opciones más saludables.
Son productos poco, o en algunos casos nada saludables, por lo que deberemos vigilar nuestro estado de salud.
Algunos problemas que podremos acusar durante estas dietas de volumen sucio son dolores de cabeza, deshidratación, malas y pesadas digestiones, estreñimiento, colesterol…
Por ello este tipo de dietas no son muy recomendables, excepto para gente que realmente tenga problemas en la ganancia de peso.