La comunidad en el Cross Training engloba a todo aquel relacionado con él, esté donde esté, hable el idioma que hable, y entrene al nivel que entrene. Community son tu entrenador, tú, el grupo que entrena en open box porque compite de forma mateur, Xabi Osa que compite en adaptado, Rich Froning que dice que se retira en breve, Tia Toomey, el público que asiste a ver los games e incluso en ocasiones, yo metería en comunidad a las marcas de material comprometidas con el deporte. Y esto es solo un ejemplo.
Viendo todo esto, y que todos son comunidad al mismo nivel en ocasiones hay problemas de relativización sobre el lugar de cada uno dentro de esa comunidad. Porque sí, todos somos comunidad al mismo nivel, pero luego cada uno vive el Cross Training de una manera diferente en base a su situación personal. Habrá gente a la que le encante ir a entrenar y lo disfrute como nadie, pero su agenda laboral y personal solo le permita ir 3 horas a la semana al box, cuando Mat Fraser entrena al día 6 horas.
Por eso no es sano compararse con la élite de este deporte. Porque que todos vayamos en el mismo barco no implica que todos podamos remar con la misma intensidad.
Frustración injustificada
El nivel de frustración que puede generar el reflejarnos en el espejo de los competidores es muy alto, y muy innecesario. Y en ocasiones no me iría a la élite del Cross Training. A veces, cometemos el error de querer ser como ese compañero o compañera del box al que no se le resisten unas dominadas mariposa, andar 15 metros haciendo el pino, meter pistols alternas y encima tiene unas cifras de snatch que ya las quisieras.
Pero es que esas habilidades y movimientos que realiza con su cuerpo son suyas. No puedes esperar hacer lo mismo, en ocasiones ni entrenando las mismas horas. Hay decenas de variables más. Descanso, alimentación, carrera deportiva previa, fisionomía… Son sus logros, tú debes buscar los tuyos.
Compárate frente a tí mismo
Por eso en el box, cuando busques con quién compararte mírate en el espejo, pero en el tuyo. Y trata de ser mejor que la persona que ves en frente cada día, un poco mejor cada día. Esa es la forma más sana de mejorar. Esto no implica no tener referentes con grandes logros y marcas, sino saber relativizarlo y verlo con la perspectiva adecuada para que sigan siendo motivo de admiración y no de frustración.
Y recuerda que tú vas al box a estar en forma, desconectar del trabajo y disfrutar. Y los competidores van a mejorar, competir y trabajar, y por último a disfrutar. Créeme eres un privilegiado por no tener que soportar la presión de la competición.
Metas diferentes
Si tú un día no te apetece ir a entrenar no vas. O si te surge un plan con tu pareja o amigos. Y al revés, si una tarde quieres meter doble sesión de Cross Training y haltero, pues lo haces. Y si después de esa sesión los compañeros os juntáis para tomar algo te puedes unir sin problema.
Un competidor no puede faltar a entrenar por no tener ganas, y no puede salirse de su programación, y desde luego sus rutinas de alimentación y descanso pueden no permitirle un pequeño lujo como tomar algo con amigos en un bar.
Ellos viven del deporte al máximo nivel, y es genial. Estoy seguro de que en ocasiones disfrutan de ello como nadie. Pero en ocasiones ellos te envidian a ti.
¡Nos vemos en el box!