Desconfía de boxes muy pequeños. O al menos de boxes muy pequeños con mucha gente trabajando a la vez. No todos pueden permitirse el lujo de enormes espacios amplios y diáfanos. Pero hay que recordar que trabajamos con elementos para Cross Training muy pesados, que movemos con cierta velocidad y con un alto nivel de cansancio. Esto último provoca que no siempre prestemos atención a dónde cae la barra o la kettle, y si hay compañeros trabajando cerca es fácil que se pueda producir un accidente.
En un box los elementos de Cross Training puramente materiales no lo son todo, también es importante la profesionalidad y el compromiso.
La profesionalidad en el box empieza en la dirección y acaba en los atletas, pasando por los coaches.
La dirección del box ha de encargarse de que la gestión del mismo sea eficiente, eficaz y resolutiva. No solo se encargan de cobrar mensualidades. Son los responsables de que las instalaciones estén en óptimo estado. Desde los baños a las tarimas de halterofilia hasta el material, que tiene que ser seguro y estar limpio. De esto último son responsables los atletas, así como de dejarlo en su sitio.
Aunque es importante que los coaches marquen unos estándares en todas las clases, y con todos los atletas. Así como que les indiquen el estado en el que debe quedar todo.
La profesionalidad implica que los horarios se cumplan. Siendo resolutivos si se presentan más atletas de la cuenta, y deban con mano izquierda explicarle la razón de porqué se queda fuera. Tanto como si se presenta solo uno, el coach debe impartir la misma clase con el mismo entusiasmo y los mismos estándares de calidad.
Es uno de los elementos para hacer Cross Training más importantes. La comunidad la crean los atletas, pero deben fomentarla desde la dirección y ser cuidada en el día a día por los coaches. Hay que incentivarla, promoverla y mostrar los beneficios que esta nos genera a todos. Crear un espacio en el que sentirnos a gusto más allá de entrenar y que nos haga mejores personas y no solo mejores atletas.