¿Cómo hacer una sentadilla isométrica?
La forma más sencilla de hacer una sentadilla isométrica, y más si eres algo novato en ello, es hacerla con apoyo.
Para ello, nos colocamos junto a una pared. Apoyamos la espalada y bajamos hasta que nuestras piernas quedan a 90 grados, con los cuádriceps paralelos al suelo.
Los pies estarán a la altura de nuestros hombros, y con las punteras apuntando ligeramente al exterior.
Una vez estemos en posición, retraemos escápulas, esto ayudará a mantener una buena higiene postural en la columna, y dirigimos la mirada al frente.
Los brazos los puedes dejar a los lados o cruzarlos en el pecho con las palmas de las manos cerca de las clavículas.
El objetivo será mantener la posición unos segundos, las series que sean necesarias.
Cuando domines esta posición puedes pasar a la isométrica “libre”.
En esta variante la clave está en que no hay pared en la que apoyarnos, así que debemos de trabajar muy concienzudamente en mantener la espalda recta para no irnos hacia adelante en exceso. Una forma de contrarrestar esa tendencia es coger un peso ligero, como un disco de 5 y mantenerlo frente a nosotros como un volante. Esto nos inducirá a mantener mejor postura en la espalda y el pecho más elevado.