El protector cervical aunque está muy denostado por gente que opina que quita valor a la sentadilla o que es para gente muy delicada, en realidad está presente también en levantamientos profesionales como aquellos que se hacen con Safety Bar. Esta barra, por su estructura, también tiene un acolchado que facilita su uso y adaptación a nuestro cuerpo impidiendo molestias. Y sobre esta no se oyen tantas quejas, la verdad.
Pero hay que recordar que a la hora de practicar deporte hay todo tipo de personas haciendo y muchas pueden sufrir más molestias que otras, o sentir mayor debilidad en el área o no tolerar bien la barra “cruda” sobre la espalda. Para esas personas este tipo de “ayudas” pueden significar la diferencia entre entrenar o no.
Una persona con poca masa muscular puede “sufrir” más al soportar la barra en la espalda que alguien con una musculatura algo más desarrollada.
También en ocasiones estas protecciones juegan un papel psicológico, sobre todo con personas que nunca han hecho movimientos con una barra olímpica o de grandes dimensiones. Esta comodidad adicional supone una mayor tranquilidad en los movimientos.
Pero hay que recalcar que en muchas ocasiones el dolor viene por una colocación equivocada de la barra. Colocar la barra sobre el cuello no solo es molesto sino que impide el correcto desarrollo del movimiento. Por eso quizás antes de pensar en protecciones hay que pensar en apoyar la barra en la posición correcta.
Además, la almohadilla de protección cervical en cargas altas puede llegar a ser hasta contraproducente, pues puede provocar que esta resbale por la espalda impidiendo un buen agarre. Es por ello que en muchas competiciones como el powerlifting, no están permitidas.