Llegado el punto en el que no conseguimos que nos sobre tiempo para descansar, y vamos tan asfixiados que todo se hace cuesta arriba, hay que pararse. Detente y piensa.
Si no estás en una competición significa que estás practicando. O lo que es algo parecido, vienes a aprender. Y el paso siguiente es equivocarse y aprender de tus errores. Si puedes acabar en tiempo y con los estándares correctos no pares hasta que el coach grite: ¡tiempo! Pero si no puedes continuar y vas a parar o a fallar, prioriza. Siempre será mejor meter 4 repes buenas que 5 malas.
No dejes la técnica de lado. Con ese cansancio y agotamiento mental será muy fácil caer en una lesión. Conviene pues quitar una repe y conseguir algunos segundos de descanso para volver con el ánimo cambiado en el siguiente minuto.