Llegar a ser un atleta profesional, es decir a aquel atleta que dedica la mayor parte de su jornada a entrenar para participar en competiciones, es de por sí tremendamente complicado por todo lo que exige y por lo que requiere de apoyo externo.
Escenarios de ser profesional del Cross Training
Empecemos por lo último, es muy complicado dedicarte a algo full time sin un colchón económico detrás. Las opciones sin duda son varias:
Puedes tener un trabajo “normal” fuera del mundo Cross Training y dedicar tiempo adicional a tus entrenos. Esto es muy exigente pues estás usando tu tiempo “libre” tuyo y de tu familia y amigos para entrenar de forma profesional que no es precisamente ir una horita al box.
También puedes tener un box o ser entrenador, entonces la cosa se pone algo más sencilla, por un lado tienes una entrada económica y por otro estás en un entorno 100% dedicado a tu tarea reduciendo el tiempo que tardas en ir a entrenar y aumentando las posibilidades de hacerlo. Lo malo de esta opción es que tu mente no descansa, vives, trabajas y entrenas en el mismo entorno, y nuestra cabeza necesita respirar.
La última opción y más idílica, pero también más compleja es vivir de patrocinadores, pero claro, para llegar a este punto hay que pasar por alguno de los 2 anteriores. Con esta opción te dedicas solo a entrenar y tienes tiempo para otras tareas ya sean sociales, descanso o nutrición, entre otras.
¿Qué implica el Cross Training como profesión?
Ser un atleta a este nivel, en cualquiera de los supuestos anteriores también requiere de un equipo que nos rodee, entrenador, psicólogo, fisioterapeuta, nutricionista… este tipo de personas son las que hacen grande a los atletas. Es tremendamente complejo que un atleta se programe los entrenos, se ajuste las comidas, y ya no digamos que se trate el cuerpo o la mente, de ahí que se rodean de un equipo que les ayude.
Plantearse el Cross Training profesional como un empleo es complejo porque “vivir de los premios” es como si a ti en tu empresa te dijeran: – si quieres cobrar no basta con que trabajes, has de estar entre los 3 mejores de la empresa. Y ahora mismo la competencia es enorme, cada vez hay más y más atletas y sus preparaciones son muy buenas.
Competir a un alto nivel exige no solo darlo todo, sino asumir que puedes darlo todo y no sea suficiente. Ya no hablo de que te gane un rival, cosa probable. Sino de variantes externas, como una lesión o similar que te parten de tu objetivo temporalmente o frustren una buena trayectoria. Saber aceptar todo eso y convertirlo en ganas de seguir entrenado es muy difícil y duro. Por eso la importancia de un equipo profesional cercano que nos ayude a lidiar con ello a diferentes niveles, tanto mentales como físicos.
Los pros y contras de convertirse en un trabajo
Como decíamos al principio, cuando buscas la profesionalidad la diversión queda relegada a un puesto muy bajo. Sin duda divertirse en el trabajo o hacer algo que te gusta y te llena es lo mejor, pero no siempre te apetecerá entrenar (pero deberás hacerlo porque es tu trabajo) y no siempre te apetecerá comer ciertos productos o raciones, o no poder comer otros (pero es tu trabajo y deberás hacerlo) y en ocasiones te gustaría pasar más tiempo social (pero tus obligaciones serán otras). Dedicarse al Cross Training a tiempo completo, como a cualquier deporte imagino, es aprender que deberás decir que no a muchas cosas.
Solo recuerda tener a mano una balanza para pesar lo que te aporta y a lo que renuncias para saber cómo y cuándo seguir y cómo y cuándo puedes replantearte tus objetivos.
Si vas a dedicarte al Cross Training profesional y es tu meta, adelante y lucha por ello. Pero te aviso que no será fácil.
¡Nos vemos en el box!