Y es que tratar de optimizar las 10 capacidades físicas básicas es una de las metas del Cross Training, las conozcas o no. Y por si no las conoces las vamos a enumerar: resistencia cardiovascular, resistencia muscular, fuerza, flexibilidad, potencia, velocidad, coordinación, agilidad, equilibrio y precisión.
Quizás no caes en la cuenta durante el WOD, suficiente tienes con respirar y contar repes la verdad, pero toda esa lista va mejorando en cada clase a la que asistes. En cada repetición, en cada subida de peso, en cada badaja de tiempo, y sin duda en cada fallo y error que cometes, pues si no fallas no sabes en qué debes mejorar.
Pero sin duda si hay algo que a mí personalmente me gusta de nuestro deporte es que cuando entrenas no te das cuenta (o al menos no siempre) de que con ese ejercicio, o combinación de ejercicios, tus condiciones físicas mejoran, y además lo hacen de forma conjunta.
Entiendo que a nivel profesional, se trabajan ejercicios específicos, pero el formato de clase colectiva en el que nos desenvolvemos dificulta que el entrenador pueda prestar esa atención al detalle en cada atleta. Entonces nosotros trabajamos conjuntos que nos ayudan en conjunto, por decirlo así. Por algo el atleta de Cross Training es bueno en todo y excepcional en nada (excepto la élite, y ni siquiera todos dentro de ese grupo).
Trata de recordar que nuestro entrenamiento se nutre de otros deportes, tratando de coger lo mejor de cada uno y adaptarlo a su sistema peculiar de trabajo funcional, alta intensidad y variedad, para convertirnos en mejores atletas, y poder estar preparados para lo inesperado (que es el WOD de mañana). No tenemos que ser los más rápidos, o los más fuertes o los más resistentes, debemos tratar de ser todo eso. Pero es imposible ser el mejor en todo, por ello trabajamos en conjunto para mejorar en bloque. Veamos entonces esas capacidades físicas que en Cross Training mejoramos, y en qué ejercicios las podemos encontrar, siempre entremezcladas.