Antes de hablar de glucosas, alimentación, presión arterial, payasos que vomitan y llegar siempre al límite vamos a dejar algo claro. Marearse alguna vez haciendo CrossFit, o cualquier otro deporte de alta intensidad puede ser hasta normal, pues hay muchas variables que pueden condicionar cómo nos encontremos en ese momento.
Marearse siempre haciendo CrossFit u otro deporte y pensar que es porque se ha dado todo, y que si no viene Pukie y te sabe la boca a metal porque eres un mierditas, es un error enorme. Ve al médico. Y ahora que hemos dejado las cosas claras veamos qué puede provocar que de forma esporádica te marees haciendo CrossFit.
Nunca habías practicado CrossFit o deporte a esta intensidad
Es normal que al principio te fallen las fuerzas, te falte el aliento o creas que no puedas más. Pero por lo normal son estímulos que no habíamos desarrollado. La sensación de sed extrema, calor o falta de aire no son siempre síntomas conjuntos de algo general como un mareo, a veces son solo eso, cansancio sed y falta de costumbre. Desde luego si son tus primeras sesiones, ante la duda, baja el ritmo e informa a tu coach.
Deshidratación
No hace falta llegar a no haber bebido agua en todo el día. Los alimentos están compuestos también de agua y no siempre debe ser un problema a la hora de entrenar. Desde luego los días de más calor habría que tener un cuidado extra. Esa falta de hidratación combinada con el ejercicio de alta intensidad puede provocarnos pequeños shocks que lleven al mareo. El cuerpo es sabio y si nota que pierdes más líquido de lo normal te lo hará saber
Golpe de calor
Como decíamos los días de verano dentro del box son otro nivel. Al calor extremos se le suma una ventilación que no siempre es del todo la más desea y si le sumamos un ejercicio como el CrossFit puede llegar a que nuestro cuerpo no sea capaz de gestionar esa temperatura con la sudoración.
Si el cuerpo no puede regular la temperatura y además estamos algo deshidratados el cóctel que obtenemos es un mareo asegurado. Por lo normal hidrátate, los días de calor hidrátate más (antes, durante y después del ejercicio).
Comer de más, o de menos
El mareo, si es con náuseas, puede provenir de diferentes situaciones. Una es sin duda no haber realizado una buena digestión. Una comida pesada o de difícil digestión o no haber dejado el tiempo suficiente antes de entrenar son posibles detonantes.
Mientras hacemos la digestión la sangre se concentra en nuestro estómago para facilitarla, y no se puede usar para enviar oxígeno a los músculos con la misma frecuencia que cuando la digestión ya está hecha.
Igualmente, si vamos a entrenar sin haber probado bocado, y no estamos acostumbrados, es posible que notemos ese “ayuno”, que el cuerpo no sepa de dónde obtener energía y te de muestra de esas carencias a través de dolor de cabeza o náuseas.


Tu tensión arterial
Tu tensión arterial suele ascender al hacer deporte, pero en ocasiones disminuye. Nuestro cuerpo tiene sistemas para compensar eso y lo que hace es aumentar la frecuencia cardiaca, pero en ocasiones con eso no sirve si el ejercicio es muy intenso y es cuando el sistema colapsa y notamos esa falta de oxígeno a todos los niveles.
En resumen y como exponíamos al inicio hay muchas variables que posibilitan un mareo entrenando y no tienen porqué ser avisos de que algo esté funcionando mal en nosotros. En todos estos casos, lo que se debe hacer es detener la actividad, tomar aire y tratar de estabilizar los niveles de temperatura, hidratación y riego. Mojar nuca y articulaciones, pies en alto, abrir las vías respiratorias y tras unos minutos… todo habrá pasado
Pero es importante detener la actividad y no continuar por 2 razones. Uno, por salud, puede que realmente sean síntomas de que se avecine algo peor. Y dos, los movimientos que hacemos pueden ser peligrosos si llegamos a un desmayo, como caernos del rack, cuerda o cajón o soltar una barra que está sobre nosotros. Y sin duda, si estos síntomas de mareo haciendo CrossFit se repiten, consulta con tu médico.
¡Nos vemos en el box!