Pero el hábito no hace al monje. Nos ha dado el Cross Training así que por mí, puede vestir como quiera y llevar la dieta que quiera. Se lo perdono casi todo. Y más aún viendo como está llevando su negocio.
Pero empecemos por el principio. Era gimnasta (lo sé, nadie lo diría) y probó en sus propias rutinas como complementando su trabajo con la halterofilia sus resultados iban mejorando. Años después, tras una lesión y creando un gimnasio “al uso” en California empezó a incluir ese método de entrenamiento que cruzaba la halterofilia con otras disciplinas. Igualmente se dio cuenta de que sería mejor dividir a la gente en grupos que tenerlos a todos a la vez por la sala. Y así poco a poco se empezó a forjar lo que hoy conocemos como este deport.
Pero su importancia no está solo en lo que creó, sino en su desarrollo. No ha inventado nada, pero le ha dado la vuelta a todo. Porque puede que todo esté dicho, escrito y hecho. Pero nada está dicho, escrito o hecho de todas las formas posibles y ahí es en uno de los puntos en los que radica su éxito.
Greg Glasman registró Cross Training Inc. Una marca que como toda buena marca lleva asociados un producto o servicio, unos valores, una estética y tiene unos clientes. Y este es el punto clave de su éxito, sus clientes. Ha sabido conseguir que sean su mejor altavoz. Ha conseguido forjar una Comunidad que sin importar edad, raza, condición social, lengua, país o cualquier otra variable tienen algo en común. Y lo defienden a capa y espada.